La primer mañana de frío, sistemáticamente todos los años, en lo primero que pienso es en comida.
También sistemáticamente viene el recuerdo de las comidas que se hacían en mi hogar cuando era chico, en los aromas, el ritual de la preparación, la quinta donde se sacaban los vegetales frescos, el almacén y la carnicería donde se compraba lo que faltaba, de aquellas gallinas que, del gallinero tenían un triste pero delicioso destino en la cacerola de mis abuelas.
Por eso, esta primer mañana de frío del 2010 me he puesto a publicar todas las recetas que recuerdo que se hacían en mi casa, las que hacían mis abuelas pero también mi madre y las que hago yo.
No son comidas por lo general muy elaboradas, todas son recetas tradicionales, de lo más común, traídas del viejo continente (España, Italia, Francia) pero con un toque personal ya sea por la región o por el gusto de mi familia (o míos).
Con este espíritu es que hoy nace “deminona” que originalmente se iba a llamar “rascando la olla” porque eso es lo que hacíamos cuando la comida estaba demasiado rica para esperar a que estuviera servida en un plato ya estaba registrado.
Espero que te guste, que lo disfrutes y que lo compartas. ¡Buen provecho!
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